Al prescribir implantes de testosterona a mujeres, ciertas poblaciones de pacientes deben ser monitoreadas de cerca debido a los posibles efectos secundarios androgénicos y la incierta seguridad a largo plazo con respecto a la enfermedad cardiovascular y el riesgo de cáncer de mama.
Las
mujeres con antecedentes de enfermedad cardiovascular o aquellas con alto
riesgo de eventos cardiovasculares deben ser monitoreadas cuidadosamente, ya
que la terapia con testosterona se ha asociado con un mayor riesgo de
enfermedad cardiovascular, enfermedad de la arteria coronaria y accidente
cerebrovascular en mujeres cisgénero.[1]
Lopez DS, Mulla JS, El Haddad D, et al. The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism. 2023;108(12):e1515-e1523. doi:10.1210/clinem/dgad388.
Obstetrics and Gynecology. 2023;142(5):1266-1273. doi:10.1097/AOG.0000000000005395.
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