lunes, 29 de abril de 2024

ROTURA DE MEMBRANAS ANTE PARTO AL TÉRMINO

Al término la Rotura de Membranas espontánea es un evento fisiológico normal que ocurre aproximadamente el 10% de la población antes de que comience el parto.

Se cree que la rotura de membranas antes del parto aumenta el riesgo de infección y, por lo tanto, se recomienda la inducción del parto en un intento de reducir dicho riesgo.

Sin embargo, existe controversia sobre si la inducción reduce ese riesgo. Además, el riesgo de infección siempre está presente, incluso cuando las membranas están intactas.

Una de las desventajas de la inducción rutinaria del parto es que limita la posibilidad de que las mujeres y su bebé experimenten un parto normal/fisiológico y sus beneficios a largo plazo.

Por lo tanto, el tratamiento de la rotura de membranas antes del parto ha sido un tema de debate desde la década de 1960 y el péndulo ha oscilado entre inducir el parto lo antes posible en un intento de reducir el riesgo de infección o dar tiempo a las mujeres para que inicien el parto espontáneamente en un intento de aumentar las posibilidades de tener un parto fisiológico y reducir el riesgo de cesárea.

Pero una rotura de membranas ante parto con conducta expectante conlleva más tactos vaginales, se sabe que los exámenes vaginales están asociados con un mayor riesgo de corioamninionitis.

Uno de los primeros estudios que destacó esta cuestión fue realizado por Schutte et al, que descubrieron que lo  más significativo era el tiempo transcurrido entre el primer examen vaginal y el nacimiento más que el tiempo entre la rotura de membranas y el nacimiento.

Sin embargo, dado que los exámenes vaginales son un procedimiento muy común en la práctica clínica, a menudo se pasan por alto y sus efectos no se han investigado exhaustivamente en el contexto de la rotura de membranas antes del parto.

El objetivo de esta revisión sistemática es identificar, evaluar y sintetizar los resultados de estudios observacionales y ECA de las últimas tres décadas que comparan el manejo activo versus expectante, que incluyen la variable exámenes vaginales y que tuvieron como resultados corioamnionitis y/o parto normal.

De la revisión se resalta

Que no hay estudios publicados (ECA u observacionales) que hayan analizado el manejo expectante que contemple un enfoque de minimizar los exámenes vaginales.

Pero que existe evidencia de que los exámenes vaginales son uno de los correlacionadores más fuertes de la corioamnionitis, por lo que es crucial realizar más estudios que encuentren formas de monitorear el progreso del parto utilizando otros medios.

Reflexiones de Gynec On line

Es probable que la latencia del parto en Rotura de membranas se asocie con mas corianmionitis por la variable tacto más que por el tiempo.

Es importante introducir la ecografía perineal como control del trabajo de parto para reducir los tactos

En la rotura de membranas al término, la conducta expectante un tiempo acotado, en un ámbito de restricción de tactos, es aceptable para ofrecer a las pacientes, esperando un parto fisiológico que se produce la gran mayoría de las veces en 24 hs siguientes.

 


viernes, 12 de abril de 2024

inducción del parto y obesidad

lectura recomendada Gynec online




Una alta tasa de óbito se observa en obesas embarazadas luego de las 39 semanas lo que lleva a que frecuentemente se indique inducción del parto a esa EG. Además de la alta tasa de HTA- Diabetes y macrosomía (con o sin diabetes).

La inducción de obesas a las 39 semanas tiene menor tasa de cesárea y menos morbilidad fetal - materna que la conducta expectante, siempre que la inducción sea a las 39 S y no a las 40-41.  

Pero la obesidad se asocia a fallo en la maduración cervical , los estudios muestran que se necesita dosis más altas de prostaglandinas para la maduración cervical, dosis más altas de oxitocina para la inducción , y más tiempo hasta el parto con y sin uso de oxitocina. Las dosis de oxitocina requerida son mayores que lo habitual . Una de las explicaciones es el efecto antagonista de la Leptina en el receptor de oxitocina. 

La incidencia de parto por cesárea  por fracaso de la Inducción o progreso del trabajo de parto podría reducirse considerando dosis acumulativas más altas de oxitocina para optimizar la actividad uterina .

 Dado que en esta población es más difícil monitorear la actividad uterina mediante tocodinamometría externa, (tenemos monitores especiales para obesas en HC)- se debe considerar un catéter de presión intrauterina una vez que se rompen las membranas.

Los catéteres de presión intrauterina, que permiten la medición objetiva de la fuerza y la frecuencia de las contracciones y permiten la titulación de la dosis de oxitocina utilizando unidades estandarizadas de Montevideo, permiten el uso seguro de dosis más altas de oxitocina, que pueden ser necesarias en personas con obesidad.

Es necesario estudiar en estudios prospectivos bien potentes si se pueden usar dosis más altas de agentes de maduración cervical, como las prostaglandinas, de manera segura en esta población.

También se recomienda asesorar a las personas con obesidad sobre los beneficios de recibir analgesia neuroaxial en las primeras etapas del trabajo de parto, ya que garantizar un bloqueo neuroaxial que funcione bien podría obviar la necesidad de anestesia general en caso de un parto por cesárea urgente.

Las personas con obesidad también tienen un mayor riesgo de fracaso de la analgesia neuroaxial, lo que requiere manipulación del catéter epidural, mayores dosis repetidas y mayores reemplazos.


cuando romper membranas en la inducción del parto?

lectura recomendada Gynec online


Uruguay tiene una de las tasas de cesáreas más alta del mundo-  una de las principales indicaciones erróneas son a- el trabajo de parto detenido- (cuando la paciente no ha entrado aun en fase activa) y b- la falla de inducción, (cuando la mayoría de los casos no se cumple con el criterio -- NO entrar en fase activa luego de 12 – 18 hs de oxitocina y membranas rotas, o cuando no se realizó la necesaria maduración cervical).

Esta revisión de las mejores 4 ICAs que valoran la rotura inicial (temprana) de membranas (luego de la maduración cervical) coincidiendo con el inicio de la inducción es muy concluyente.

La amniotomía temprana de rutina, poco después de la maduración cervical en mujeres con gestaciones únicas y presentación cefálica a término, no aumenta el riesgo de parto por cesárea y reduce el intervalo desde la inducción hasta el parto.

(y por lo tanto los fracasos de inducción)

Una duración más corta del parto con inducción temprana se asocia con beneficios perinatales y una mayor satisfacción materna.

Se han estudiado diferentes técnicas durante el parto para mejorar los resultados obstétricos.

 Por ejemplo,  la recomendada interrupción de la infusión de oxitocina después de alcanzar la fase activa del parto en aproximadamente 5 cm reduce el riesgo de cesárea  y  taquisistolia uterina en comparación con la infusión continua de oxitocina.

El uso de amniotomía temprana también se ha propuesto como una técnica para reducir la duración del trabajo de parto, pero han surgido preocupaciones con respecto al mayor riesgo de cesárea y parto.

Esta revisión mostró que, si este procedimiento se aplica en mujeres después de que se sometieron a la maduración cervical, no hubo un mayor riesgo de cesárea y parto y se acortó el intervalo desde la inducción hasta el parto.

 

En nuestra práctica,  con esta conducta es poco frecuente la necesidad de segundo día,  y el fracaso  de inducción como indicación de cesárea se reduce al mínimo


martes, 2 de abril de 2024

RECURRENCIA DEL ÓBITO

Gynec online



Es un meta-análisis de quince estudios con 4.693.243 participantes  donde informaron el resultado de muertes fetales recurrentes.                                  

Se produjeron un total de 20.711 muertes fetales en embarazos posteriores:  2,54% en el grupo de exposición (antecedente de óbito) y 0,43% en el grupo de control.

La evidencia (de certeza baja) mostró que las mujeres que previamente habían tenido muerte fetal tenían un mayor riesgo de recurrencia.

Los resultados de las metarregresiones mostraron que ni la edad, el intervalo entre embarazos ni la proporción de fumadores influyeron significativamente en las muertes fetales recurrentes

También se evidenció que las mujeres que habían experimentado una muerte fetal previa tenían un riesgo 3,15 veces mayor de parto prematuro en embarazos posteriores.

Con evidencia moderada se mostró que estas mismas mujeres tenían un mayor riesgo de muerte neonatal en embarazos posteriores. También de RCIU , bajo peso al nacer y DPPNI están aumentados con el antecedente de óbito. Demostraron que las muertes fetales anteriores no sólo aumentaron la tasa de muertes fetales recurrentes, sino que también influyeron en las tasas de incidencia de resultados perinatales adversos en embarazos posteriores lo que permite al médico considerar el riesgo de muerte fetal recurrente en embarazos posteriores.