Rotura de membranas prematura prematura tardía (PPROM), entre 34+0 y 36 +6 semanas complica el 1,5% de todos los embarazos.
La conducta
de la PPROM tardía ha cambiado recientemente, de guías previas que recomendaban
el parto inmediato en el momento del diagnóstico por inducción del trabajo de
parto, a las pautas actuales que recomiendan la planificación de atención
individualizada para inducción del
trabajo de parto o conducta expectante mediante la toma de decisiones
compartida.
La conducta en la PPROM es un cuidadoso equilibrio entre los
beneficios de la prolongación del embarazo con manejo expectante y reducción
del riesgo de infección intraamniótica con inducción.
Sin embargo, la prematuridad tardía y las infecciones
perinatales no solo se asocian con morbilidades neonatales a corto plazo, también pueden tener implicaciones importantes
en la infancia en el neurodesarrollo
Por lo tanto, es importante que el asesoramiento y las
recomendaciones de manejo luego de un diagnóstico de RPMP tardía incluyan resultados
neonatales, pero también considerar la
salud infantil a largo plazo.
Entre 2007 y 2011, dos ensayos controlados aleatorios holandeses,
los ensayos PPROMEXIL, evaluaron la inducción del trabajo de parto (ITP) versus
el manejo expectante (EM) en pacientes con
PPROM.
Ambos ensayos mostraron que la tasa de sepsis neonatal no se
redujo en el grupo de ITP
Si bien en resultados maternos hay menos corioamnionitis,
menos hemorragia y estancia hospitalaria más corta después ITP , los RN
mostraron significativamente más hipoglucema, hiper-bilirrubinemia, e
internación prolongada
Pero a los dos años
de edad se evaluó el neurodesarrollo de un grupo de 250 niños y se observó un retraso en el 14 % en
comparación con EM 26 %.
Como surgieron esas dudas se realizo el PROMEXIL folow up a
10 años que es el presente estudio- evaluando la cognición, desarrollo motor,
desarrollo conductual, procesamiento sensorial, problemas respiratorio, salud
general, servicios de atención médica y rendimiento escolar usando el gold estándar
en evaluaciones del desarrollo neurológico validadas internacionalmente.
Se colectaron 714 pacientes que habían sido randomizados
para interrupción o expectante (RPM tardía) pasados entre 10 y 12 años
Los resultados a largo plazo fueron los mismos sin
diferencias.
De manera tranquilizadora, este estudio sugiere ambas
opciones de tratamiento (ITP o EM) para pacientes con RPMP tardía no afectan los resultados a corto
plazo ni el desarrollo a largo plazo de los niños hasta los 10 a 12 años- Este
estudio brinda la posibilidad de atención médica individualizada y toma de
decisiones compartidas y ayuda a los
médicos a aconsejar a los padres no solo sobre los resultados perinatales, sino
también de los resultados del desarrollo
a largo plazo de su hijo por nacer.
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